jueves, diciembre 22, 2005

Noviembre

Noviembre es triste,
debo confesarlo,
como la humedad
disipándose en burbujas
que nadie se atreve
a contar por miedo
a que sean incapaces de resistir
la pasión nocturna del verano.
Pero es entonces
en noviembre
cuando alguien
puede morir de rabia,
confundir la pena
o agotar el último suspiro
en un amor que se aleja,
sin despedirse nunca,
sin preguntarte nada.

2 comentarios:

ZAGASO dijo...

Saludos, amiga.

¿Por qué hablar de noviembre cuando ya es diciembre?

Viva enero.

Un beso

Isabel Bertossi dijo...

Mmmmmm, porque lo escribí en noviembre, jajaja.

Un cordial saludo, ignasi.

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