miércoles, diciembre 14, 2005

Éxodo de tu voz

Allá afuera
los árboles envejecen
y la ciudad se desploma
sobre la sombra de los edificios.
Pasan dos muchachas con sus túnicas.
Tarde creciente de mujeres sentadas en la vereda
y hombres que vuelven de sus trabajos.
De lejos la cuadra no se divisa,
se pierde en la marea de la luna.
Autos, niños que corren.
El viento aúlla su fuerza
en la desnudez del patio.
El cielo se vacía de blanco
hasta romperse
y te nombro.

No hay comentarios.:

La envidia

 Y la envidia se vistió de mujer oscura, se maquillo los parpados, se miro en el espejo, Se ajusto los botones de un traje viejo y raído, ...