lunes, noviembre 19, 2018

No pares nunca


No dejes que la bravura de los otros apague tu fuego sagrado.
No permitas que nadie pisotee o se burle de tus sueños.
(La fragilidad de ellos consiste en sabotearte).
No busques excusas en tus momentos débiles.
No eches culpas ajenas. Trabaja para ser mejorar, para mejorarte.
No llores por quienes no te enseñan. No aprendas de los cobardes.
Muéstrate fuerte, entero, integro. Trabaja como si fuera el último día.
Entrégate a causas superiores que nadie comprende.
Escribe, baila, vive, llora, como si fueras brillante,
un diamante en bruto,
una pequeña rosa en la soledad del desierto.
La coraza de los inútiles no amedrentará tu paso.
Los mediocres ladrarán cuando te recuperes, y
arrojarán piedras para verte sangrar.
Querrán ponerte a su nivel o
convertirte en piedra,
cuando tu naciste río, tormenta, viento.
Sonarán sobre tus huesos, comerán tu carne.
Inventarán blasfemias, y no querrán que te levantes.
Pero tú, amigo mío, no pares nunca de crecer,
sigue cantando,
hasta que no haya más oídos dispuestos a escucharte,
hasta que la noche se rompa por el timbre de tu voz.
Pero tú, amigo, sigue cantando…


La envidia

 Y la envidia se vistió de mujer oscura, se maquillo los parpados, se miro en el espejo, Se ajusto los botones de un traje viejo y raído, ...