jueves, diciembre 15, 2005

Nuevamente

Los olvidos.
Las ausencias.
Los susurros.

Caminar las horas con el tiempo puesto y moverse entre las sombras como el silbido del viento. Andar y andar con una pesada carga de relojes muertos y ajustarse los horarios, mientras un péndulo se balancea en mis muñecas.

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La envidia

 Y la envidia se vistió de mujer oscura, se maquillo los parpados, se miro en el espejo, Se ajusto los botones de un traje viejo y raído, ...