lunes, febrero 27, 2006

Deseo

Que las palabras sean puntadas en la piel de los libros y el poema, la perfecta redención del silencio y la nostalgia.

27/2


Me derrumba el silencio que me habita. Invento pájaros de sal para romperle las alas.

Trazos

“Yo no sé de pájaros
no conozco la historia del fuego,
pero creo que mi soledad debería tener alas”.
Alejandra Pizarnik


Yo no sé de pájaros
anunciando el amanecer
ni de soledades
que se perciben
al caerse la tristeza.

Apenas sé
contenerme, dibujarme
en un espejo de marfil
y sonreírme tan entera,
tan mundana.

Entonces
los fragmentos
se atan delicadamente
para dejarme mujer
en la isla de mis
cavilaciones

Así me llegan los barcos
la marea más dulce,
la ternura del recuerdo

y me entrego a mi único
y perfecto yo trazado
levemente en el agua.

domingo, febrero 26, 2006

Ecos

Aquí
el silencio es una lágrima
que se dispara en la noche

Aquí
permanecen las sombras
de este cansancio

y apenas nadie

26/2


Hoy me siento así. ¿Gorda y blanca? ¡No, radiante como la luna llena!

Poema “tan soso”

casa de puertas abiertas
en donde diminutas figuras
escriben este poema

que la noche
pronunciará en su duelo

y un sol fibroso
te hará pequeños rayos
en el estomago

esperando despertar

sábado, febrero 25, 2006

La patria del olvido

La certeza de escribir poesía hace de nosotros vanos intentos de palabras huecas que suenan bien y a veces mal. Tenemos la certeza de recomponernos, al menos yo tengo esa certeza. Escribir es hilvanar fragmentos desperdigados en el olvido de la memoria, en donde mi patria de mujer anciana me hace peligrosamente extraña y tan filosa como mis actitudes de jueves por la tarde.

Confesión estúpida del día

Me encanta leer el olor de los libros nuevos. ¿Seré adicta al pegamento? :)

Carnívora


Símbolos, mentes receptivas hasta clavarse versos en el cerebro. Palabras transitándolo todo. Una noche infernal en donde me habito y ligeramente me enciendo. Carnívora, así me siento.

Dedicatoria, por Renato Leduc

Cada día más, del mundo exorbitado,
en solitario claustro pulo el verso
que he de ofrecerte.
Eludo la estridente paradoja
y la luz inhumana de los cohetes
-digo- tropos que pueden ofenderte.

Que tus tersas pestañas no se abajen
a luz ninguna;
que si lágrimas viertes, las recoja
pañuelo gris, el paño de la bruma.

Cada día más, del mundo exorbitado,
te doy mi vida en cada verso mío.
Al verte dije: Paréceme ya tiempo
de ser romántico...
Y a la sazón callaron las alondras
del huerto consabido,
y en el sucio corral de mi convento
un gallo ilustre profirió su grito.

Calzo la espuela y me armo caballero
deliberadamente;
porque pie a tierra he pretendido en vano
usufructuar el predio
que va desde tus pies hasta tu frente.

Naciste en la planicie donde una
nube plateada te sirvió de cuna,
¿qué tienes tú que ver con pedrerías
y figuras retóricas?

Beata virtud: permíteme que aluda
al nácar de tu carne.
¿Qué tienes tú que ver con pedrerías?
Beata virtud,
mejor vestida cuanto más desnuda...

viernes, febrero 24, 2006

Máscaras

Mientras el día empieza a molestarme me desnudo de poses importadas y me maquillo de payaso triste. El espejo me devuelve las pequeñas marcas de la piel y la memoria es un reloj extrañamente pesado con fecha de vencimiento.

24/2

Y vos me hablas de minutos agonizantes, de presencias que no fueron. Cuando el recuerdo más absoluto de tus silencios tiene tu cara, tus manos, tu pelo.

Me miro yo me miras vos

patas para arriba en la sombra del espejo
y sonreís con todos los dientes apretados

y el tajo de la boca hacia fuera

martes, febrero 21, 2006

21/2


Volvemos con la misma apariencia de las rosas, con pequeños recuerdos incrustados en el pelo y sonreímos larga y detenidamente. Volvemos…

lunes, febrero 20, 2006

Tic tac

A estas horas las reflexiones sobre mi vida me desbordan. Quisiera astillarme las ganas de gritar y de salir corriendo. ¿Qué se gana evitando situaciones? Supongo que nada. Hoy no es buen momento para pensar. Tal vez mañana me suicide el miedo o simplemente afronte aquello a lo que le escapo. Veremos. Todo es cuestión de poner buena cara y saber pedir las cosas. Todo es cuestión de disfrazarse y salir a escena. ¿Todo es cuestión?

cambios

donde hubo
la negrura de un nombre
pronunciado en el silencio

y la lejana voz de ausentarse
y ser la muñeca rota de los espejos

nuevamente me reintegro
y nazco como una princesa
deseosa de cambios

nuevamente la sombra
adquiere luces opacas
en donde fugarme

allí los pájaros de vidrio
me acorralan

20/2


Hoy me percibo más pequeña. Mi cuerpo pasa por debajo de la puerta. No hay nada que hacer. Mañana una madreselva me comerá de almuerzo.

A nuestros muertos

A nuestros muertos

canción filosa
hueso de azúcar
paz

A nuestros muertos

contemplación
del último milagro
en la carne del poema

A nuestros muertos

en el recuerdo de haber sido
esos que ya no son

Adiós

domingo, febrero 19, 2006

19/2

Te lloro ausencia de la noche.
Dolor en los colmillos de mis hijos.
Besos que se fueron al espejo
y no acabaron de esfumarse.
Negras cartas que descuida el viento.
Sensaciones provocadas en tu cuerpo.
Te imploro. Te dejo este cartel:

¡Te necesito!

sábado, febrero 18, 2006

Rompecabezas

pequeña frágil mujer de aire
en la sombra del árbol te lloras

escribirás de noche hasta sangrarte
versos como diamantes en tu corona

y la triste metáfora que nunca estuvo
se extinguirá en el silencio más perfecto

Bellísimos blogs de poesía

Para quienes como yo aman la poesía les recomiendo la lectura de estas bitácoras. Ambas soy muy buenas.


Poesía y sentimientos
http://poesiaysentimientos.blogspot.com/


Estado de exilio
http://estadodeexilio.blogspot.com/

A F.

Me hablas de la sonrisa en el marco de la puerta, de perderse en el poema y de que me rescate ese amor imposible de los cuentos de hadas. Me hablas de capsulas de ternura, de pequeñas cortezas en las uñas y de una flor en la garganta. Me hablas de vos. Y yo como si nada.

teatrito

vuela noche oscura de alas rojas
afiebrados movimientos me prohíben
ser la mujer de cristal que enseño
y los títeres rompedores de huesos
ya se están mofando de mi caricatura

nadie tose en la casa

Globos


Quizás alguien se interese por mis silencios y encienda en mí la magia de unos globos.

Perdida en la ciudad de serpentina

Ay el hambre,
la inefable bestia de sombrero puntiagudo


Ayer salí a recorrer tus horizontes y sus nostalgias. Y me perdí como un niño entre tanta gente que no decía nada. ¿Cómo podré saber de ti o de aquella mujer que extravió su frente cuando intentó cruzar el espejo del otro lado de la calle?

¡Qué sola estarás hoy y tal vez mañana cuando las flores vayan vaciando sus nidos! Los paseantes perfuman sus añejas canciones como si de esta forma pudiesen revivir algún sueño embotellado de “no-me-olvides”.

Tu pelo fue flotando a la deriva de mi cansancio. Dejó su barco de aleccionadoras palabras y trepó con frenesí hacia un árbol para no volver, para no quitarte las ganas… Elefantes, monos y lacayos colgaron su equipaje en todas partes. No había manera de divisar un solo puente hacia donde correr cuando apretaran las manos.

Ayer salí a recorrer tus fotos y la naftalina que abrigaba tu rostro. Le cosí alfileres a tus dolores de parto para que no remiendes los vidrios de aquellos años. La ciudad no se moviliza de noche y apenas aguarda, sentada en su muro, que le tiendas los dedos en señal de agrado.

Lejanías

Este país de ausencias
señala círculos de piel sobre
una caricia que invita tu nombre.

18/2

Me duelen los escorpiones de tus manos. El silencio es una daga desnuda y su filo me recuerda la gastada ausencia de cansarse. Sólo me hallo entre las palabras y danzo en el límite amarillo del poema.

viernes, febrero 17, 2006

Mochilas



Bien sé que no está de más partir como aquellas flores nocturnas que bajo la piel te excavan como si no fueras más que un pozo de aire en medio de los huesos

Tu cuerpo

Sobre tu piel barcaza
ojos
oídos
labios
y nadie que los detenga
sobre tu piel
barcaza.

17/2 (repeticiones)

Y vos me hablas del viento mientras mis manos clavan puñales de ternura en tus silencios. Otra vez la misma mujer de ausencias que aguarda en un muro blanco con el corazón encendido de tristeza.

jueves, febrero 16, 2006

Extrañamente nos vamos marchitando

Hablo y un juego de espejos se estrella en el aire. Las sombras de lo que estuvo ahí me interrogan acerca del silencio de las cosas. Quiero humedad para mis zapatos y un arcoiris bordándome la piel. Las diminutas apariencias de porcelana se abrazan y se besan como si nada. Mañana es hora de prepararse. Salgo a la calle y conmigo un ramillete de ausencias en el ojal del alma. Nada más cursi que salir huyendo por la pared.

Extranjera

Huelo a pianos de sal, a equinoccios azules mientras tu voz se desliza sobre un cielo de geranios negros. Y mis ojos me hablan del viento, de la soledad de nacer mujer en una tierra extranjera.

En un idioma perfectamente extraño me sonríen tus manos y mis pies que se fugan a ninguna parte saben de secretos con lucecitas de colores en la sombra del espejo.

Sombras


En mi mirada un valle de palabras muertas. Acurrucadas al exilio del espejo se agolpan todas aquellas sombras que ya no vienen. Y me voy sin alas al país de no-me-encuentro.

martes, febrero 14, 2006

Día de los enamorados

Querido H.:

Estoy aquí, sentada, viendo como el amanecer consume las últimas horas de la noche. Afuera los árboles envejecen un poco más que ayer y la agonía del paisaje se funde en mi puño.

Pasan dos muchachas frente a mi balcón, sonriendo, cuchicheando. En la casa nada se mueve, sólo respiro tu nombre. A veces imagino el olor de tu perfume en la cocina o en el patio y tus grandes ojos mirándome, desorbitados, en el espejo.

En la radio suena bajito una canción romántica, de esas que te invitan a bailar de la mano. Su melodía es tan contagiosa como tu sonrisa, como tus ganas de vivir… ¡Tus ganas de vivir!

Quizás ahora estés durmiendo, soñando con ella, con ese futuro que yo no podía darte. ¿Seguís leyendo a Borges, tocando el piano? ¿Le hablas a ella de mí?

Es temprano y la lluvia amenaza desprenderse del cielo en cualquier momento. Alguien golpea con fuerza la puerta del vecino. Nadie responde. Sólo mi corazón para mantener silencios impronunciables y respuestas que nunca llegan.
Estoy sintiendo el viento en todo el cuerpo. Tengo los pies fríos como de costumbre y esa palidez que al principio te asustaba. Recuerdo tu primer regalo, rubor para mi blanco. Ha comenzado a llover y te extraño.

Afuera el agua desafía el tiempo absoluto de la mañana, quebrando el vuelo de los pájaros. El perro de la esquina se guarece debajo de un pequeño techo. Las gotas tamborilean tu ausencia, tu marcada ausencia.

Tal vez anuncien en las noticias que alguien se suicidó por amor y no te enteres. ¿Me querés todavía? ¿Te acordás de mi estrella? El sol entra en acción y yo desaparezco.

La luz me daña, me quema. Quiero llorar, perderme en un abandono total. Un coche se detiene enfrente de la casa. Baja un hombre de saco gris y compra el diario.

El reloj acusa las ocho. La ciudad se despereza encantada, chapoteando humedad en sus veredas. Mientras tanto yo me alejo de la ventana. La luz me daña y mis labios se endurecen.

Y aún así estoy aquí, pensándote, pronunciando tus versos, esperando que algún día seas capaz de unirte a mí para siempre.

Tuya siempre,
M.

domingo, febrero 12, 2006

sábado, febrero 11, 2006

11/2

Caminarte desde el balcón de las palabras. La tristeza se viste de mujer y se llora desde tu ausencia. A veces nos dañan inútilmente y el espejo nos devuelve los fragmentos de luz / oscuridad de esa que se dolió entera hasta volarse los labios.

viernes, febrero 10, 2006

Quisieras decir

en esta noche de pájaros con sal
le temo al silencio y mi corazón
es un hueco infinitamente pequeño
para que entres con tu dolorosa
costumbre de dañarme

he aprendido a mirar las palabras
a oler el viento mientras
ensayas temblorosos
nombres para mi tristeza

y yo te escribo
desde mi fuga de cristal
en donde las lágrimas me pueden

jueves, febrero 09, 2006

Misterios

Me lluevo desde esta ciudad desnuda y carente de fantasmas. Mi corazón está quebrando el silencio hasta cansarse. Un hombre azul me mira mientras saboreo tus labios en la sombra de mi lengua.

La gente de la tierra

Allí en la carretera,
donde el sol no persigue pájaros,
el niño grande se siente desplazado.

(Casa ya no retiene más voces
ni bosque amamanta estrellas.)

La gente de la tierra camina descalza.
Luna nueva abre sus manos,
los abraza y pide perdón.

Invocar un canto
de siete palabras
para adormecer la piel

y la sangre
y los huesos
y todos los tejidos.

En fila o tal vez dispersa,
la gente de la tierra inventa un dios.

Y los cardos se tiñen de negro
en su ropaje de soledad:

acuñar dolor sobre pies desnudos
agrieta su propio ser.

Allí en la carretera,
la sierra es un pequeño manto
incapaz de proteger las alas del niño grande.

9/2

hombres de piedra
ángeles blancos
en el medio yo
en el medio nadie

miércoles, febrero 08, 2006

Exilio

Camino hacia la aventura.
Triste manía de no saberme flor.
Pájaro libre en el exilio de volarse.
En estas manos tallando nidos de sal,
voces de otra parte.

jueves, febrero 02, 2006

Al hombrecito de los cuentos de hadas

Y vos me hablas de muchachas blancas
de melancolía risueña
de volverse Una hacia dentro
y soñarse debajo de la puerta
en una sombra que me proyecta

en un globo perfectamente rojo
como la pureza de un beso en la boca
y una rosa púrpura en el pelo

Mañana

Coincidimos. Mañana una pequeña viene al mundo. Mañana una pequeña del tamaño de una flor se apodera de la sonrisa de todos nosotros y sabemos que una hadita transforma todos los miedos en ternuras infinitas como caramelos robados al descuido. Mañana nacerá Emma, mi sobrina.

2/2


¿Puedes inventarme una noche tan mágica como los deseos de hacerme mujer de agua en el espejo?

O tal vez robarme el olor a manzanas y jugar con cartas antiguas como si tu presencia me soñara.

miércoles, febrero 01, 2006

Girando en el vacío

Mientras me devoro tus tristezas
una luna de vino aúlla como una madreselva en mis cansancios
que nada tienen de espejo roto y sus siete años de mala suerte

Aversión de las pupilas

Mientras me pierdo
en mi propia extensión
de niños fantasmas
percibo que mis ojos
se han olvidado
de mirar hacia dentro

y la luz quema la imagen de ser yo misma
es un paisaje gris-no-me-olvides-de-tristeza

Presencias palabras

A vos que te sobran los silencios
los estornudos haciendo cola para
beberse la última de tus ausencias

tus palabras exiliadas de cuadernos
tu voz tan incolora
sonando por todas partes

y esa caricia de jueves al mediodía
profanando mis caderas

La envidia

 Y la envidia se vistió de mujer oscura, se maquillo los parpados, se miro en el espejo, Se ajusto los botones de un traje viejo y raído, ...