martes, diciembre 20, 2005

El poeta

Es un pobre tipo
que todas las mañanas
se enjuaga la boca /como vos /como yo
y luego se arrepiente de todos sus pecados.

Más tarde y vestido de persona,
se dirige a su trabajo. En la esquina
el colectivo lo deja bien.

Llega a las ocho y saluda al jefe
con su sonrisa prestada de oficinista,
con su cuerpo gordo de tanta tele.

Y en medio de la gente se siente otro,
y se clava los dientes cuando la palabra
es un espejo gastado de sueños rotos.

6 comentarios:

Alberto Espejel Sánchez dijo...

y yo aquí en la oficina sin jefe de por medio gestando algunas líneas para un poema más adelante, cuando caiga el sol y el horario

te dejé una cartita en hotmail, no vayas a creer que es otra cosa, se titula "we, qué blog!!!"

Lucas Centurión dijo...

paso a dejar un beso nada mas...

IOVocacional dijo...

Creo que es imposible que el poeta no proyecte... no proyecte lo que es, lo que no es, lo que fue, lo que podrá ser o lo que munca será... ahí está el arte... pero nos queda eso, el arte, que lo aprovecharán otros, los que leen, los que gozan, los que compran libros, los que proyectan sus vidas a través de palabras prestadas... ¿y qué aprovecha el propio poeta? ¿qué gana su alma? es una profesion solitaria sin dudas... yo creo que todo poeta debería de vez en cuando pedir licencias... tomarse algunos días... dejar de ser poeta, aunque creamos (los poetas) que eso es casi imposible...

abrazos del otro lado de la cordillera

Lucas Centurión dijo...

primero hay que creer que uno es poeta... y es demasiado grande la palabra para ponersala como un zapato...

IOVocacional dijo...

lo siento, lucas, pero para mi todo el mundo es poeta, quizas en bruto, pero la vida es una poesia... no se trata de apoderarse de algo... no importa la calidad de lo que uno escriba, sino lo que uno sienta y proyecte en esas líneas... para mi es un cuento personal...

eso, chau

Isabel Bertossi dijo...

Alberto: Ya te contesté e-mail. Muchas gracias.
Un afectuoso saludo.
Yo.

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