Se escribe desde el cuerpo, desde la casa, desde la montaña. Un hombre lleva su portátil a su viaje a las sierras y desde allí le escribe e-mails a su esposa, a sus amigos, contándoles que bien se está rodeado de naturaleza, aire puro y mucho verde. Eso si, cuando Internet no anda, se desquita fumando o comiendo dulces. Y muy de vez en cuando sale a caminar. Este señor moderno prefiere ver TV desde su cabaña.
domingo, diciembre 11, 2005
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