Mí se va apoderando de yo y rompen la muralla. A propósito mí jamás ha entendido a yo, quien repentinamente se da cuenta de esa circunstancia y lo acogota.
Yo siempre triunfo.
Yo siempre triunfo.
Y la envidia se vistió de mujer oscura, se maquillo los parpados, se miro en el espejo, Se ajusto los botones de un traje viejo y raído, ...
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