Mientras una mano, la mía,
esplendida, inocente, juvenil,
atesora el silencio impronunciable de tus dedos,
te devoran mis pliegues
y la línea de la vida te recorre,
dibujando círculos de piel
en tu palma que pretensiosa
ignora la caricia de mis yemas
y así mi mano, ilusa y pequeña,
se repliega hacia el bolsillo
en donde lentamente muere
esplendida, inocente, juvenil,
atesora el silencio impronunciable de tus dedos,
te devoran mis pliegues
y la línea de la vida te recorre,
dibujando círculos de piel
en tu palma que pretensiosa
ignora la caricia de mis yemas
y así mi mano, ilusa y pequeña,
se repliega hacia el bolsillo
en donde lentamente muere
2 comentarios:
Precioso.
C.A. Makkkafu.
Muchísimas gracias.
Un abrazo.
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