un coche casi muriéndose se detiene en la esquina
una mujer gorda tan gorda como mi sombra
se arrodilla y me recuerda que necesito
vestirme de caras tristes
para seguir aquí
en donde habito
una mujer gorda tan gorda como mi sombra
se arrodilla y me recuerda que necesito
vestirme de caras tristes
para seguir aquí
en donde habito
2 comentarios:
Lo he leído tres veces y las tres veces me ha sorprendido. Me gusta!
¡Qué bueno, bohemia! Gracias.
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