jueves, enero 19, 2006

Isabel y mis otras yo

Hoy el poema me descubre un poco más mujer,
más huraña en mis intenciones como
si la soledad cincelará parte del cuerpo.

Creo en un dios perverso que nos habita,
en morirme joven
mientras otros no me amen.

Despierto con el miedo
de hacerme nuevamente otra.

¡Tu sombra, Isabel, tu sombra
y tu voz pintando estrellas!

No hay comentarios.:

La envidia

 Y la envidia se vistió de mujer oscura, se maquillo los parpados, se miro en el espejo, Se ajusto los botones de un traje viejo y raído, ...