jueves, enero 19, 2006

Analizándome

En estos días no tengo mucho que contar. Me estoy aburriendo de escribir y cada vez me es más necesario. Pequeño pan nuestro de cada día. Hay una especie de locura interna por escribir “EL POEMA” como si mi vida dependiera de eso. Tal vez para escribir mucho, haya que vivir mucho. Creo que alguien ya lo dijo. :)

Sin embargo no tengo mucho que referenciar, últimamente me siento como un objeto, todos son objetos que coexisten en el mundo, que vendría a ser otro objeto, pero más grande. El poema es un objeto. Algunos fabrican sillas y mesas, yo fabrico objetos mal terminados, lo hago rápidamente sin ahondar siquiera en su valor estético o en aquello qué puede trasmitir.

¿Se puede escribir poesía que no contenga nada de emoción, que no surja de las entrañas? Quizás necesite unas vacaciones.

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La envidia

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