domingo, enero 15, 2006

Duelo

Esperando mi corta tristeza,
mi ausencia de días
sin haberme ido
a ninguna parte

Aquí estoy, marinero,
con el agua hasta la médula
y la alegría en tiritas blancas
como pañuelos

Alfileres escribiendo tu pena
y la voz más inocente
en la tortura de tus noches

Traspasando el cristal,
una lágrima
hace arrumacos a tu sombra

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