No me nombres de ninguna manera.
Ni siquiera te atrevas a soñar conmigo.
Prefiero que no recuerdes nada.
Las manecillas lucen intactas
como tu voz,
como esa que no fui.
No me llames.
No existo.
Ni siquiera te atrevas a soñar conmigo.
Prefiero que no recuerdes nada.
Las manecillas lucen intactas
como tu voz,
como esa que no fui.
No me llames.
No existo.
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