domingo, enero 22, 2006

Pasaporte

Apenas mi mascara, una ciudad de ángeles,
brazos invisibles y el cansancio.
Sólo tus ojos, sólo tu lengua.

Una gota pequeña, muy pequeña
cabe en la recta de mis manos.
Cuchillos de corte oscuro y armazón esbelta.
Sólo los pájaros, sólo la noche.

La densidad de alguien que fue nadie,
aspirando el fuego de tu rabia
en un cruce de diagonales,
que conducen a ninguna parte.

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La envidia

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