miércoles, marzo 29, 2006

La fuga


Un hombre se aproxima al Silencio. Tiembla. La mano que lo detiene le golpea el rostro. El hombre cae, llora. El Silencio se asusta y huye. Las palabras huyen también. Apenas el recuerdo de la sombra de ese hombre y todas las voces sonando descaradamente.

2 comentarios:

Lety Ricardez dijo...

El silencio como primer paso es necesario, el tiempo de reclusión indeterminado, pero después hay que dejarlo salir, dejar hablar a sus voces.

¿Me permitirías ponerte un link?

Isabel Bertossi dijo...

Así es, lety. Recluirse para luego salir. Claro que podes poner un link. Te agradezco mucho tu atención.


Un cordial saludo.

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