Camino, arranco una duda, la quiebro. Cierro la puerta y sigue la misma duda en la misma nada. Y como dijo Pessoa que tiene todos los sueños, supongo que debe tener el mío en alguna parte de su bendita tumba o tal vez lo enterraron antes de tiempo. ¡Pobre Pessoa, pobre mi sueño!
miércoles, marzo 22, 2006
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