Se han ido los muertos, los recuerdos y sólo queda una jaula vacía con un mono levemente desquiciado. Entonces las voces del circo dirán porqué no hay palabras y TODO ES CUESTIÓN DE RENUNCIAR. Eso si sin denuncias. No más ofensas de polvo.
Báilame al compás de tus tristezas, que yo me escondo. Tirana de papel y de rubor atascado en el ombligo. Quiero gritarme toda sinceridad, toda trapos colgando desde mi ventana musical. (¿Ventana musical? Si esto es música, entonces yo soy el arpegio más dolorosamente impúdico de una partitura de locos) Así me siento. Aplastada y masticada como un chicle.
Afuera todos giran. Y yo me piso las espaldas con mis tacos de vidrio. La porcelana se rompe en todas formas y las alas me sobran. Me queda grande ahuecar el silencio. Me quedan grande mis ojos y sus cavidades de mujer poeta.
Me queda grande esta página que descorcha mi-no-ser-valiente y morir en el primer intento. QUIERO GRITAR Y NO GRITO. Quiero estrellarme asquerosamente y que nadie se sorprenda. ¿Me ven? Tiemblo y no es precisamente para recibir la alegría del invierno, es para golpearme el pecho por dejarme mandar como siempre.
Fiesta de sonidos. Clarinetes, flautas. Y yo, bailarina de cajita, encerrada en mi teatro fantasmal. Chin chin. ¡Se acabo!
PD: Que cada uno saque sus conclusiones sobre este escrito. No me importa si piensan que estoy loca. De alguna forma tenía que decirlo y se dijo…
Báilame al compás de tus tristezas, que yo me escondo. Tirana de papel y de rubor atascado en el ombligo. Quiero gritarme toda sinceridad, toda trapos colgando desde mi ventana musical. (¿Ventana musical? Si esto es música, entonces yo soy el arpegio más dolorosamente impúdico de una partitura de locos) Así me siento. Aplastada y masticada como un chicle.
Afuera todos giran. Y yo me piso las espaldas con mis tacos de vidrio. La porcelana se rompe en todas formas y las alas me sobran. Me queda grande ahuecar el silencio. Me quedan grande mis ojos y sus cavidades de mujer poeta.
Me queda grande esta página que descorcha mi-no-ser-valiente y morir en el primer intento. QUIERO GRITAR Y NO GRITO. Quiero estrellarme asquerosamente y que nadie se sorprenda. ¿Me ven? Tiemblo y no es precisamente para recibir la alegría del invierno, es para golpearme el pecho por dejarme mandar como siempre.
Fiesta de sonidos. Clarinetes, flautas. Y yo, bailarina de cajita, encerrada en mi teatro fantasmal. Chin chin. ¡Se acabo!
PD: Que cada uno saque sus conclusiones sobre este escrito. No me importa si piensan que estoy loca. De alguna forma tenía que decirlo y se dijo…
2 comentarios:
Hola "derrotas personales" (no le escribo a Isabel, sino a su estado animico de este día). Quería decirte que hay mala onda con vos, me rompe las pelotas que vengas a inspirar rabia, no porque diluya el esplendor de weque (al contrario) sino por tus fatidicos intentos de robarle las ganas de compartirse con nosotros. No rompas mas las pelotas porque detras de cada derrota Isabel va a descubrir nuevas victorias y nos va a ornar con ellas.
OJO! te estoy vigilando muy de cerca.
Isabel: que seamos dos las locas.
:)
¡Gracias, Samantha!
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