jueves, marzo 23, 2006

Los espejos

En esta espera de gatillo,
este puñal de agua
incapaz de perforarme.

Aquí en este cuarto
a esta hora danzan
mis huesos con la duda.

Quiero caminar.
Pero me quedo
escribiendo,
llorando.

No hay nada.
Apenas silencio,
la ventana baja.

Me paro y
me observo.

He de ser yo.

Advierto que
me ido muy lejos
desde hace muchos años.

No hay comentarios.:

La envidia

 Y la envidia se vistió de mujer oscura, se maquillo los parpados, se miro en el espejo, Se ajusto los botones de un traje viejo y raído, ...