Espacios interiores. ¡Quiero silencio, silencio y nadar en la piel del poema que apenas percibe que soy su madre! “Hijo”, le grito, mientras M. ensucia mis momentos de palabras con su agresividad de todos los días.
domingo, marzo 19, 2006
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1 comentario:
Gracias, linda. Si, tenés razón, agria es la palabra. Demasiado para mi gusto. ;)
Un abrazo grande.
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