fantasmagórica asomo al otro lado
cruzando espejos casi angelicales
la noche es un todo un luto
que se lleva como un prendedor
en el alma de juguete
del invierno pasado
y los comerciantes
me preguntan su precio
y loca de remate
les observo con la boca abierta
y las ganas de jugar intactas
el corazón es una piedra negra
que irreversiblemente se mata
y en su lugar un hueco de aire
haciendo las veces de madre
y algún que otro sentimiento
se escapará precisamente
ahora
que tengo amputadas
las fibras más sensibles
mientras la lluvia
peina el espacio
de mis lágrimas
cruzando espejos casi angelicales
la noche es un todo un luto
que se lleva como un prendedor
en el alma de juguete
del invierno pasado
y los comerciantes
me preguntan su precio
y loca de remate
les observo con la boca abierta
y las ganas de jugar intactas
el corazón es una piedra negra
que irreversiblemente se mata
y en su lugar un hueco de aire
haciendo las veces de madre
y algún que otro sentimiento
se escapará precisamente
ahora
que tengo amputadas
las fibras más sensibles
mientras la lluvia
peina el espacio
de mis lágrimas
3 comentarios:
Gracias, Clara. A mí me encanta leerte. Tus poemas tienen esa extraña mezcla de inocencia y mujer filosa al borde de la existencia. Hay mucha denuncia interior en tus poemas. Como una lágrima dentro de un caparazón y su permanente exilio, ese irse más allá, cuando ese más allá no siempre tiene porque ser mejor que éste más acá. ¿No sé si me entendes?
Un abrazo grande.
PD: Es un gustazo encontrar tus opiniones. Y sabes que adoro la crítica, así que cuando tengas que destrozarme, podes hacerlo sin la menor de las sutilezas y los cuidados.
Ooops! - duro y triste
poema árido de humanidad
Gracias, dock. :)
Abrazo.
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