La ciudad se descompone y el gris, otra vez, el gris. Mi madre como de costumbre gruñe, grita, blasfema. Sólo me queda asentir con la cabeza o simplemente ignorarla. Hasta aquí como siempre. Sin embargo hoy vinieron dos hombres a buscarte. Yo no les dije nada. Pero creo que ellos saben que vives en mi cabeza.
Debes huir, de lo contrario podría ser fatal para ambos.
Te ama.
I.
Debes huir, de lo contrario podría ser fatal para ambos.
Te ama.
I.
1 comentario:
Gracias, Clara. ¿Cómo anda el hombre de la gabardina? ;)
Un abrazo.
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