estaba dando vueltas con mi auto cuando mi chica me pidió que compre algo para comer. bajé del auto y me metí a ese lugar tan cochino que queda cerca de la casa de masajes, el bay bol. bajé y pedí dos sándwiches de queso y atún. la vendedora me miró mal. nunca me miraron tan mal en mi vida. tal vez porque tengo sesenta años y mi novia, la del auto, quince. me dio la comida, pagué y me fui. esa noche no hicimos el amor. me sentí sucio. al otro día le pedí que se fuera.
sábado, abril 08, 2006
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
La envidia
Y la envidia se vistió de mujer oscura, se maquillo los parpados, se miro en el espejo, Se ajusto los botones de un traje viejo y raído, ...
-
Todos los paraguayos odian a Papá. Porque ese hombres es un demonio. Porque cuando suena la cumbia nadie la baila como él. Porque papá se co...
-
Sabes que inescrupulosamente deberías haber esperando. Total, todo se trata de soledad constante, continua, omnipresente. ¿Para qué hablar d...
-
No puedo continuar con la vida. No, no puedo. Cargada de tristeza, necesito rebelarme a la edad de los juguetes y buscar debajo de la cama e...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario