miércoles, abril 19, 2006

P. y M.

¿Por qué disimulan mis manos
la necesidad de abrazarte?


Mi cicatriz-corazón
no puede ni debe
hablar del perdón
mientras tus ojos
asesinan clavos
en lo más profundo
de esta mañana

Esa que se decía mamá
baila sobre mi cadáver
¿Y después qué?,
se pregunta
mientras
yo,
emperatriz de mis silencios,
naufrago en hemorragias

Una nena con bonete de princesa
se fuga al país más triste del mundo
y mamá pisotea sueños

Ahora que soy toda melancolía
veo a través de mis agujeros
buscando en mí
aquello que nunca muere

Extraña siempre ausente
invocando un dios
para subir
al cielo

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