domingo, diciembre 03, 2006

A mi tía Graciela

Lo mismo que la niebla te perdiste,
como un flor agonizante
bajo una noche
se cerró tu cielo
y tus gestos de mujer desgraciada,
tu pierna más corta,
tus polleras largas
quedan como latigazos en la memoria
en mis juegos de infancia,
en el amor incondicional
de la nena que te conoció
en la peor de tus tristezas
y no estuvo a tiempo
para despedirse

Porque te mereces el mejor homenaje de todos. Y aunque este patético poema no llega a reconocerte, aprovecho este espacio para contarle a todo el mundo que fuiste una persona generosa y muy buena y le dedicaste todo tu amor a tus sobrinos, a pesar de que la vida fue demasiado injusta con vos. Todavía, tía, te sigo queriendo y siempre ocuparás en mi corazón, el lugar que algunos imbéciles no supieron darte en vida. Espero que, donde quieras que estés después de haber pasado tantos años, estés bien. Te quiero mucho.

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