lunes, diciembre 11, 2006

A los falsos amores

las manos a la altura del vacío
el beso desplomándose
sobre la planicie del cuerpo
las manos atadas a los sentidos
las horas en un baño perfecto de olas
el impecable momento de los latidos
y la voz que se rompe junto a la mañana
cuando ya es tarde,
mi vida

y pronunciamos rectángulos
esperando que la garganta fermente
un te quiero de abrazos
cuando sabemos
que casi siempre
es mentira

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