“…a otro rostro sumido en lo imposible”.
Olga Orozco
Mientras la vida como un cauce roto
olvida en la memoria
aquel infinito,
aquella lejanía de ausencias
cada vez más grave,
más distante,
más dispersa.
Tu cuerpo se hunde en el cansancio,
en haberse vuelto parte del paisaje
hambriento de polvo
y tus huesos me recuerdan
a un poema mudo incapaz
de perdonar los silencios,
y bajo esta lluvia de espejos,
nos miramos como extraños
que comparten un secreto
cavando su soledad
en la misma medula.
Olga Orozco
Mientras la vida como un cauce roto
olvida en la memoria
aquel infinito,
aquella lejanía de ausencias
cada vez más grave,
más distante,
más dispersa.
Tu cuerpo se hunde en el cansancio,
en haberse vuelto parte del paisaje
hambriento de polvo
y tus huesos me recuerdan
a un poema mudo incapaz
de perdonar los silencios,
y bajo esta lluvia de espejos,
nos miramos como extraños
que comparten un secreto
cavando su soledad
en la misma medula.
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