en esta noche de pájaros con sal
le temo al silencio y mi corazón
es un hueco infinitamente pequeño
para que entres con tu dolorosa
costumbre de dañarme
he aprendido a mirar las palabras
a oler el viento mientras
ensayas temblorosos
nombres para mi tristeza
y yo te escribo
desde mi fuga de cristal
en donde las lágrimas me pueden
le temo al silencio y mi corazón
es un hueco infinitamente pequeño
para que entres con tu dolorosa
costumbre de dañarme
he aprendido a mirar las palabras
a oler el viento mientras
ensayas temblorosos
nombres para mi tristeza
y yo te escribo
desde mi fuga de cristal
en donde las lágrimas me pueden
4 comentarios:
Este poema en particular me ha gustado muchisimo.
me identifico. gracias por la invitacion.sera siempre un placer leerte....y lo hare.
...La tristeza del poema esconde la convicción firme de que nadie nos puede obligar a sufrir. Nos leemos... SALUDANDO:
LeeTamargo.-
Muchísimas gracias, rasho. Me alegro que este poema que para mi significa algo bastante importante te haya gustado. Un abrazo.
Así es lee nadie nos puede obligar a sufrir, pero a veces simplemente sucede.
Un abrazo.
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