jueves, febrero 16, 2006

Extrañamente nos vamos marchitando

Hablo y un juego de espejos se estrella en el aire. Las sombras de lo que estuvo ahí me interrogan acerca del silencio de las cosas. Quiero humedad para mis zapatos y un arcoiris bordándome la piel. Las diminutas apariencias de porcelana se abrazan y se besan como si nada. Mañana es hora de prepararse. Salgo a la calle y conmigo un ramillete de ausencias en el ojal del alma. Nada más cursi que salir huyendo por la pared.

7 comentarios:

Emel Winik dijo...

Saludos, aki checando tu blog.

ahí seguimos.

Anónimo dijo...

Hola,

Recibí una invitación por correo para visitar este sitio, gracias.

¿Tu verdadero nombre es Isabel o usas un seudónimo?

H. A. Calles

or dijo...

Lo cursi no es huir por la pared sino aparecer por la puerta con el mismo ramillete de siempre. En las despedidas estan los encuentros; en la bienvenida el extraño sentimiento de abandono, de soledad.

Hector dijo...

No pues si, que delicadeza para contestar... Gracias por nada.

Isabel Bertossi dijo...

Hola, poblos. Gracias por tu lectura.
Un cordial saludo.

Isabel Bertossi dijo...

h.a. calles: Te pido disculpas por no contestar ayer, pero es que había muchos mensajes y trate de contestar todos. No fue por grosería, fue falta de tiempo. Si, Isabel es un seudónimo.

Un cordial saludo.

Isabel Bertossi dijo...

omar: Hablas de contradicciones. La vida muchas veces es una contradicción, ¿no? Tu comentario me hace pensar en la siguiente idea: nacer y morir constantemente.

Un abrazo y gracias por la reflexión.

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