lunes, febrero 20, 2006

cambios

donde hubo
la negrura de un nombre
pronunciado en el silencio

y la lejana voz de ausentarse
y ser la muñeca rota de los espejos

nuevamente me reintegro
y nazco como una princesa
deseosa de cambios

nuevamente la sombra
adquiere luces opacas
en donde fugarme

allí los pájaros de vidrio
me acorralan

2 comentarios:

sa dijo...

tus palabras te acorralan, como si fuesen tus mismisimas huellas dactilares.
no puedo evitar leerte sin imaginarte.

Isabel Bertossi dijo...

Espero que lo que imagines sea positivo, jajajaja. Me alegra saber que siempre estás del otro lado leyendo.


Un fuerte abrazo.

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