donde hubo
la negrura de un nombre
pronunciado en el silencio
y la lejana voz de ausentarse
y ser la muñeca rota de los espejos
nuevamente me reintegro
y nazco como una princesa
deseosa de cambios
nuevamente la sombra
adquiere luces opacas
en donde fugarme
allí los pájaros de vidrio
me acorralan
la negrura de un nombre
pronunciado en el silencio
y la lejana voz de ausentarse
y ser la muñeca rota de los espejos
nuevamente me reintegro
y nazco como una princesa
deseosa de cambios
nuevamente la sombra
adquiere luces opacas
en donde fugarme
allí los pájaros de vidrio
me acorralan
2 comentarios:
tus palabras te acorralan, como si fuesen tus mismisimas huellas dactilares.
no puedo evitar leerte sin imaginarte.
Espero que lo que imagines sea positivo, jajajaja. Me alegra saber que siempre estás del otro lado leyendo.
Un fuerte abrazo.
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