sábado, noviembre 12, 2005

La procesión de aceptarse

A veces algunos aspectos de nuestra persona son vergonzantes o mejor dicho nosotros nos avergonzamos de ellos. Por ejemplo, a mi a me avergüenza que algunas personas lean lo que escribo o sepan que escribo poesía. Siempre intento ser normal o como el resto, pero debo confesarlo: me encanta escribir y necesito hacerlo. Así que con ustedes parte de lo que soy en estas entregas virtuales. Gracias.

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La envidia

 Y la envidia se vistió de mujer oscura, se maquillo los parpados, se miro en el espejo, Se ajusto los botones de un traje viejo y raído, ...