Suena en mí una ciudad de pájaros,
algunos caben como muertos en mi mano.
Otros vuelan lejos, esperando mejor suerte.
Entonces un tajo de leche
se convierte en mi mejor máscara
y la música del ave entre mis dientes
me enseña de la fugacidad del cielo
y de la vida
Anochece en mis labios
con un murmullo de alas
y nadie recordará al parajito
que devoré mientras secuestraba
sus sueños con la ausencia
de los míos
Entonces sabrás que aprender a volar implica algo más que “palabras”.
algunos caben como muertos en mi mano.
Otros vuelan lejos, esperando mejor suerte.
Entonces un tajo de leche
se convierte en mi mejor máscara
y la música del ave entre mis dientes
me enseña de la fugacidad del cielo
y de la vida
Anochece en mis labios
con un murmullo de alas
y nadie recordará al parajito
que devoré mientras secuestraba
sus sueños con la ausencia
de los míos
Entonces sabrás que aprender a volar implica algo más que “palabras”.
1 comentario:
Buwoski suena mejor que Bukowski.
Suena a bubón, a algo tumefacto y contagioso. Nunca ser caritativos con uno mismo.
Un abrazo
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