no puedo delirar bajo la sombra de la rosa
ni tampoco marcharme a Paris
he roto de pena todos los escombros de mi casa
y ahora sólo queda esperarte:
¡me resisto a que te vayas!
quédate sentado junto a mí
mientras la vida,
hueco impenetrable,
nos va rompiendo las alas
¡papá, quédate!
ni tampoco marcharme a Paris
he roto de pena todos los escombros de mi casa
y ahora sólo queda esperarte:
¡me resisto a que te vayas!
quédate sentado junto a mí
mientras la vida,
hueco impenetrable,
nos va rompiendo las alas
¡papá, quédate!
3 comentarios:
que triste romper los escombros de pena...
mas triste es gritar en silencio
Más triste hubiese sido que nadie comentara este poema. :-)
Es una broma.
Gracias, chic@s, por su lectura.
Abrazo.
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