domingo, enero 07, 2007

Llegada a Oberá (Vacaciones)

Miré Oberá por primera vez cuando el colectivo se detuvo en la Terminal. En medio del gentío, yo era una más: una habitante venida de mil kilómetros dispuesta a pasar sus vacaciones. Bolsos y valijas fueron mi carta de presentación.

Llegué a esa ciudad, en donde las horas se acumulan y permanecen estáticas esperando que el atardecer las venga a buscar. La siesta es sagrada y hasta las hojas de los árboles se paralizan después de almorzar. Iba muda y expectante, con ganas de robarme la ciudad y esconderla en un bolsillo para mostrársela a mis familiares de regreso.

Fabián cargaba con cuanto podía y todos nos miraban como si fuéramos extraños, gente de muy lejos venida a molestar. Sin embargo Fabián había nacido allí, en medio de esa tierra rojiza que invita a relajarse y a pensar más lento. Llamamos un taxi y nos fuimos al hotel.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

me suena a que dejas la historia en donde recien empieza... je, no quiero pecar de chusma, pero, y el resto?

Isabel Bertossi dijo...

En su momento cuando lo escribí era porque me esfuerzo o lucho contra una prosa, que nunca me sale o no logra cuajar. Pero cómo dicen que lo último que se pierden son las esperanzas, yo seguiré intentando escribir en prosa. Cuando me refiero a un esfuerzo, es que intento hacer pequeños textos tipo ejercicios para aprender a escribir. Y tengo tendencia a dejarlos a la mitad, con el final abierto. No sé porque pero creo que la literatura es la que deja las puertas abiertas para ir a jugar o sea que el lector llene los vacíos y los agujeros de la historia como tenga que llenar o como imagine. Ojo esa es mi forma de escribir, no significa que esté bien. También tengo tendencia a hacer lo mismo cuando escribo poemas, me parece. Muchas gracias por tu comentario.
Un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

dificil de digerirlo siendo tan ansiosa, pero me parece bien, aprenda, es un gusto leer lo ensayos

Isabel Bertossi dijo...

Muchas gracias, sinceramente. La idea es esa: seguir aprendiendo hasta que algún día pueda decir que soy escritora, pero de verdad. Je.

Saludos.

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