domingo, enero 07, 2007

laura

era cuestión de tiempo que ella lo dejara, pero a él pareció no importarle. no más recriminaciones después del trabajo ni escenas de celos ni peleas sin sentido ni nada que le recordará a laura y sus interminables quejas. el deporte favorito de su ex novia era hacerse problema por todo (desde un lavarropas descompuesto hasta un incendio forestal en china).

este tipo de mujeres sólo sirven para joderle la vida a los hombres, pensó, mientras disfrutaba de su nueva soltería. ahora a ponerse nuevamente a tiro: salir a emborracharse, a bailar y acostarse con cuanta mina conozca o pase por su vida.

después de tres meses las salidas nocturnas comenzaron a aburrirlo y las mujeres con las que tenía sexo le resultaban insoportables, y -aunque le dolía reconocerlo- laura además de quejarse sabía hacerlo sonreír y eso no era fácil de soportar…

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pasa más seguido de lo que uno quisiera. Tanto como estadística global como en cuanto a vivencias personales. Eso de perder lo que se tiene para valorarlo. Y supongo que si Laura hacía reir a no se quien es de lo que más se extraña luego: alguien que te haga reir. Pero claro, la fantasía una y otra vez consiste en esa extrema certeza de que se avanza hacia nuevo rumbo y el engaño presente de creer que todo nuevo rumbo será mejor. Minga. Las más de las veces todo se transforma en desierto porque en definitiva no al cuete muchas veces estamos años y años al lado de alguien. Por algo és. A quien haya perdido a Laura le digo: que sirva la lección. A Laura le digo: ojalá conserves un abrazo para ese que te perdió. Salud.

Isabel Bertossi dijo...

Lindo mensaje. :) ¡Gracias, aunque la historia de Laura sea inventada!

Saludos.

La envidia

 Y la envidia se vistió de mujer oscura, se maquillo los parpados, se miro en el espejo, Se ajusto los botones de un traje viejo y raído, ...