domingo, agosto 24, 2014

Microcuento irónico

Murió de sobredosis de fealdad al ver las fotos de la amada imaginaria. En realidad no murió, huyó descaradamente. Y nunca más le habló. Y vivieron felices... cada uno en su casa, por supuesto. 

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La envidia

 Y la envidia se vistió de mujer oscura, se maquillo los parpados, se miro en el espejo, Se ajusto los botones de un traje viejo y raído, ...