La búsqueda es eso, testimonio. Escucho como el silencio me invade y una ráfaga se vuela parte de mi ropa. Permanezco muda, los zapatos mojados se refugian en mis medias, y me sonríe un sol entre nubes, opaco, meditabundo. Apenas recuerdo quién era, casi todo parece esfumarse. Hoy me di cuenta que soy un fantasma y mi cadáver lleva más de dos semana sentado en el banco de una plaza. Morí mientras llovía.
viernes, mayo 05, 2006
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2 comentarios:
Pues te conservas francamente bien.
Al menos en lo literario.
¡Gracias! :)))
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