Hemos perdido la inocencia en un bosque musical
Una mujer que es anciana
se anuncia desde lo más triste del alma
y una pequeña canción empieza a sonarme en los huesos
He vuelto, toda mancillada, a caer desde los labios
-¿Cómo me paro? ¿Cómo me siento?- gritan dentro de mí
Afuera una voz que me recuerda al himno de los muertos,
se apodera del instante y puedo tocar de nuevo la pesadez de
volverme mendrugos entre los escombros de mi existencia
Afuera se callaron para siempre las señoritas compuestas…
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