miércoles, julio 30, 2014
martes, julio 29, 2014
La mujer de este momento
Vi despertar el frío recuerdo del amor que nunca se tuvo. Mi espíritu a veces recupera la sonrisa, mientras escribo, mientras imagino un melodía de labios desnudos. Mi cuerpo es una cárcel que esconde a una mujer perfecta herida de imperfecciones. En muchas ocasiones la ternura se antepone a la razón, y me dejo llevar por los instintos, por la suave cadencia de las emociones. Pero la cordura es mi punto más fuerte, y quizás el más vulnerable. Todo converge en lo mismo: fingir. Fingir que no se quiere, fingir que no se nota, mientras pequeños espejos se clavan en lo más profundo del dilema. Y me entrego por unos momentos a la más idílica de las tentaciones, mientras la monotonía levanta dulces castillos de arena, en que los que mi corazón se aprisiona para siempre.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
La envidia
Y la envidia se vistió de mujer oscura, se maquillo los parpados, se miro en el espejo, Se ajusto los botones de un traje viejo y raído, ...
-
Todos los paraguayos odian a Papá. Porque ese hombres es un demonio. Porque cuando suena la cumbia nadie la baila como él. Porque papá se co...
-
Sabes que inescrupulosamente deberías haber esperando. Total, todo se trata de soledad constante, continua, omnipresente. ¿Para qué hablar d...
-
No puedo continuar con la vida. No, no puedo. Cargada de tristeza, necesito rebelarme a la edad de los juguetes y buscar debajo de la cama e...