Pequeño, ingrávido, vagabundo
El silencio de lo que siempre vuelve
Un nuevo registro para ahuecar las cosas
Una esperanza de lo que nadie quiere
Aquí nuevamente yo me extraño
En esta isla
Que comienza a satisfacerme
Y entonces cantando
Enterada
Me desangro
Esperando que me crezcan mariposas
En donde deberían nacerme
Apuntes grises de viernes
lunes, agosto 25, 2008
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3 comentarios:
Es un lindo texto Isabel. Creo que debes ir analizando la posibilidad de publicar en papel. Tenés suficiente material y que se vuelve más y más solido cada vez. Creo que un libro te espera a la vuelta de la esquina. Además, quién te va a dar el OK para imprimir... la Academia? No, solo tus ganas de escribir responderán siempre por vos. El libro deberá llamarse Weque. Me parece. Un abrazo.
Navegante nomás: Muchas gracias!!!!!!
Algún día supongo, algún día quizás me atreva a publicar. :)
Saludos cordiales.
Gracias por la intensidad de este poema que brota de la desazón desesperanzada, del asombro de la vida propia y ajena, del instante en el que por un instante, acaso,aparece y queda aquello que llamamos sucesivo.
Saludos...
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