Alejandra y su máscara de espejos. Así la vida se vuelve sobre nosotros y somos una mujer desnuda en una tina en el techo, en un mundo irreal en donde escondernos. A veces la solución es acabar con nosotros, y son esos minutos incontables que vemos pasar desde una habitación cerrada. Imposible pensar que entre la luz. Imposible pensar en ventanas que nos abran como una flor o nos devuelvan la alegría. Es más fácil dejarse caer desde la propia tristeza y montarse a los recuerdos que golpear puertas y soluciones, esperando algo de magia para recomenzar. Tal vez así esta Alejandra emprende un viaje que no tenga retorno: hacia la muerte o la locura de sus silencios.
@ Este texto es un ejercicio de un taller literario que se publica en la red. Está escrito a partir de una fotografía, que aparece en:
http://tsedi.com/taller2/?p=4#comments
@ Este texto es un ejercicio de un taller literario que se publica en la red. Está escrito a partir de una fotografía, que aparece en:
http://tsedi.com/taller2/?p=4#comments