domingo, febrero 25, 2024

La envidia

 Y la envidia se vistió de mujer oscura, se maquillo los parpados, se miro en el espejo,

Se ajusto los botones de un traje viejo y raído,

se recogió el pelo con dos hebillas doradas,

Y empezó a anotar en un cuaderno todas las fechorías que tenía en mente,

Así lentamente fue planeando las maldades que le infligiría a la resplandeciente

La envidia no tenía descanso, no conocía el placer de los domingos,

simplemente pergeñaba
como destruir a la más luminosa

En ella no cabía una gota de humanidad, ni rastros de un poco de tranquilidad

La envidia era así, cruel, chocante, arrogante, gritona

La envidia no podía con ella misma, su reflejo le disgustaba

Su falta de conocimientos la hacía sentir pequeña

No obstante, creía que humillar era parte de su venganza,

Pensaba que atacar a alguien más preparado o inteligente la hacía poderosa

La envidia a veces mentia, a veces dramatizaba, a veces se hacia la victima

La envidia era así, una mujer sin escrúpulos, diminuta, miserable, mal educada

No entendía razones, no miraba más allá de sus propias narices,

Se inventaba títulos, se colgaba de falsos diplomas,

Quería ser lo que nunca seria.

Así la envidia se paseaba por las calles,

Con el alma envenenada, con las alas rotas

La envidia no conocía de sueños, de canciones,

Solo de hacer daño, y de rencores,

Porque la envidia señores,

Se suicida cada noche en medio de sus penas,

Aullándole a la luna,

Deseando ser lo que jamás seria ni le corresponde

sábado, diciembre 23, 2023

Guerrera


La Guerrera entiende que el camino es arduo, que los pasos de arena pueden perderse de vista, pero es mejor moverse hacia alguna isla desierta que perecer en el océano o en el más raquítico de los charcos. La mujer de arcilla se convertirá en piedra y renacerá de sus cenizas, volviéndose escudo, porque la mujer que me habita esta deseosa de salir gritando, sus escamas romperán el muro y esa liberación levantara vuelo, la guerrera se aproxima. A lo lejos flamea una bandera, en donde se cuelgan cartelitos de esperanza. La mujer lentamente empieza a romper el cascaron, y se convierte en llama. Tranquilamente la guerrera espera que el día menos pensado, se rompan las ataduras, y ella, junto a la victoria, empiecen a caminar hacia el horizonte mas humano que hayan podido encontrar. La guerrera espera el momento, pero no estuvo detenida, estuvo aprendiendo a dar batalla, haciéndose cada vez mas fuerte y más segura.

sábado, noviembre 18, 2023

Volviendo al eje

 

Entendí que, en el orden de las cosas, podía volver a encontrarme a mi misma. Entendí que reconstruirse es una suma de factores, una suma de piezas que deben encajar, como si fuese un rompecabezas que se arma y nunca sabemos cuando termina. Entendí que el estar aquí y ahora, exige de mi presencia continua, de una mirada mas amable, de un enfoque mas realista. Entendí que los enemigos externos muchas veces son internos. También estoy aprendiendo a llenar mis propios huecos, y muchas veces el camino no es fácil. Entendí que soy una persona valiosa, que merece su propio respeto, y su propio reconocimiento. Entendí que quienes rompen son los que más compasión merecen. Entendí que tengo todo para ser yo misma, para seguir avanzando, para no darme por vencida. Porque la vida es una, es corta y es más alegre de lo que uno imagina. Entendí que el esfuerzo siempre tiene alguna recompensa. Que batallar no es en vano, que se empieza tantas veces como se desee y que estamos en este mundo, para dejar algún pequeño mensaje, y yo quiero que el mismo sea: intento ser mejor persona, aunque quizás nadie se diera cuenta. Siempre dio lo mejor de sí, siendo colaborativa y sincera, porque la vida, señores, es un teatro, y nosotros, actores de las apariencias. Pero cuando nos quitemos la máscara y nos quedemos a oscuras, quiero que mi reflejo sea el de una persona disfrutando de su paz interna. Quiero que la gente diga, que ella lo dio todo por hacer de este, un mundo más humano, mas justo, mas autentico. No espero aplausos ni gritos ni que vociferen mi nombre, solamente sentirme contenta con mis propios logros, aquellos que quizás nunca nadie comprenda. Porque mi meta en esta vida es ambiciosa, pero buena. No quiero que esculpan mi cara en las piedras, solamente que alguna persona me recuerde como trabajadora y dispuesta. Porque la vida es un barco, y yo espero convertirme en uno de sus mejores puertos. Continuara…

lunes, enero 10, 2022

Ella

Se perdió para siempre, olvidándose de si misma, ahora cruje, rota por dentro, esperando que los barcos se detengan en ella.

sábado, abril 10, 2021

Luto

Volvemos al amor en las mejillas, la nicotina de los versos que se estiran, el mensaje que abandona la canción que te habita, y de golpe, mujer, te vas dando cuenta que eres papel picado luciendo su mejor de vestido de noche con su coronita de flores… y ahí sentada, toda girones, descansan tus palabras… Ha muerto tu papá, y la tristeza se va quedando en tus alas.

lunes, diciembre 07, 2020

Cuando los valores son tu mejor legado

El martes pasado falleció mi papá. Hay quienes lo conocieron, otros -quizás por referencia- y otros que no. Y no sólo se fue un hombre que tenía una mente privilegiada. Se trata de una persona que continuamente leía, que estudiaba y que tenía un altísimo nivel cultural.  Tal vez piensen que este comentario responde al hecho de que soy la hija, y la verdad es que no. Quienes lo conocieron puedan dar fe de todo lo digo.

Lo bueno es que muchos de estos comentarios que hacían colegas suyos, se los pude trasmitir en mi vida. Comentarios como: “tu papá es una de las mentes más brillantes que conocí”, o “tu papá dio la mejor exposición oral que escuché en mi vida” o “la mente de tu papá es única”. Comentarios así siempre estaban a la orden del día. Lo que para un hijo o hija no es poco. Al contrario, es mucho.

Pero dejando de lado ese aspecto, mi papá era una persona excepcional por otra cosa: tenía valores, grandes valores. Era honesto, hiper generoso y muy compasivo. Y atento, muy atento. Frases como “no se le pega al que está caído” o “no hay que burlarse del más débil” eran frecuentes. Y siempre me enseñó compasión por el más débil, lo que para un hijo o hija no es poco. Al contrario, es mucho.

Y yo tuve la suerte de ver muchísimos de esos ejemplos. Lo que repito: para un hijo o una hija no es poco. Al contrario, es mucho. No eran palabras vacías o discursos armados. Se trataba de actos concretos: algunos grandes y otros, más pequeños. Pero, en definitiva, yo tuve la suerte de ser la hija de Roibón, un hombre que además de su enorme inteligencia, era coherente con lo que enseñaba. ¡Gracias papá!

jueves, marzo 26, 2020

Esperanza


Hay un grito de libertad en el gatillo del que jala tu ausencia,
una puerta de cristal nos separa para enseñarnos la fuerza de esta guerra,
una palabra amiga que se resbala desde el fondo del espejo,
y pudo soñar de nuevo que estamos venciendo

La envidia

 Y la envidia se vistió de mujer oscura, se maquillo los parpados, se miro en el espejo, Se ajusto los botones de un traje viejo y raído, ...